Translate

domingo, 25 de febrero de 2007

Múnich. Castillos de Linderhof y Neuschwanstein

Día 2

El día anterior habíamos reservado para hoy la excursión de día entero a los castillos del rey Luis II, el castillo de Linderhof y el de Neuschwanstein.

Se encontraban en el sur de Alemania, en Baviera cerca de la frontera austríaca.




Después de recorrer bastantes kilómetros, con unas vistas a los Alpes impresionantes, y escuchando en nuestro idioma con unos cascos la historia de estos castillos, el primero de ellos en visitar fue el de Linderhof (1874-1878).


Estos castillos los mandó construir el rey Luis II de Baviera, el rey Loco, que era el más excéntrico y querido de los reyes alemanes.

Nació en el castillo de Nymphenburg de Munich en 1845 y subió al trono a los 19 años a la muerte de su padre. Le tocó reinar en una época dura económicamente para Alemania y a pesar de ello decidió acometer grandes construcciones de gastos desorbitados.

El rey fue acusado de locura y obligado a abdicar. Murió ahogado (con sólo 41 años) junto al médico que certificó su locura en el lago de Stanberg, junto al castillo Berg, en muy extrañas circunstancias.


En el verano de 1867 viajó de incógnito a Francia, y al ver por fin Versalles, resolvió construir en su propio país lugares tan majestuosos como éste.


Este castillo pretendía ser una réplica del palacio de Versalles de Francia, y fue el único que Luis II pudo ver acabado en su vida.

Lo visitamos por dentro con unas guías en nuestro idioma y el interior era alucinante, las habitaciones del Linderhof estaban tachonadas de oro, espejos, porcelana y gemas semipreciosas.( En el interior no se pueden hacer fotos).
La sobrecarga de objetos brillantes hacía difícil distinguir las cosas dentro de este castillo, pero no le faltaba un detalle.

Después de la visita nos llevaron a comer a un hotel-restaurante típico bávaro, donde comimos muy bien y cogimos fuerzas para el siguiente castillo, el Neuschwanstein, en el que se inspiró Walt Disney para hacer sus películas.

Se encuentra en el pueblo de Schwangau  situado aproximadamente a 4 kilómetros de la ciudad Füssen.


Luis II vivió en el castillo de Hohenschwangau durante 17 años y fue allí donde materializó la construcción del castillo de Neuschwanstein sobre los restos de Voderhohenschwangau.
Este castillo fue edificado entre 1869 y 1886.

En Neuschwanstein el rey sólo pasó 6 meses.
El rey Ludwig II era un gran amante de naturaleza. Su mayor preocupación era la de no estropear la belleza de los alrededores construyendo el Castillo de Neuschwanstein, y él dio a los constructores instrucciones precisas a este efecto.

Desde donde estábamos primero debíamos coger un minibus que nos llevara a un puente, el Marienbrücke; justo enfrente del castillo a más de 80 metros de altura y donde una impresionante construcción técnica había sido magistralmente combinada con los alrededores naturales;


y desde allí pudimos disfrutar de las imponentes vistas del castillo.







Luego cogimos de nuevo el minibus y nos llevó al castillo, donde tuvimos que esperar turno para entrar en él.

Neuschwanstein ilustraba los ideales y deseos de Ludwig II más vivamente que cualquiera de sus otros edificios.


Los ciclos de los cuadros de Neuschwanstein fueron inspirados por las óperas de Richard Wagner, a quien el rey dedicó el castillo.

Las ideas religiosas y políticas estuvieron implicadas en la planificación del castillo.

Las pinturas aquí mostraban como Ludwig vio la monarquía "por la Gracia de Dios": como una misión santa, con poderes que el rey bávaro nunca había poseído.

El interior de este no era tan impresionante como el de Linderhof, pero las dimensiones eran tremendas, y caminar por él nos remontaba siglos atrás y nos lo imaginábamos en todo su esplendor, habitado con gentes vestidas como aquella época, con la música de aquella época...

Neuschwanstein tenía 360 habitaciones, y sólo 14 tenían un diseño totalmente acabado.
Esas 14 habitaciones estaban decoradas con un lujo sin igual, con cuadros y tapices con escenas de óperas de Richard Wagner, del cual Ludwing era un gran admirador.

El agua corriente estaba disponible en cada suelo y la cocina tenía tanto agua caliente como fría.

El rey usó un sistema de campana eléctrico para convocar a sus criados y ayudantes. En los terceros y cuartos suelos había hasta teléfonos.

El rey no era muy sociable y no tenía trato ni con sus criados, por tanto para no tener mucho contacto con ellos, se construyó una mesa en su habitación, la cual llevaba un mecanismo en el que el suelo se abría y la hacían bajar hasta la cocina, para que los cocineros la prepararan y la volvieran a subir lista para el disfrute del rey.
Los servicios tenían un sistema de limpieza con agua automático.

Las vistas desde el interior a los Alpes austríacos eran impresionantes.
El rey a menudo aguantaba mucho tiempo en la ventana, mirando pensativamente en la distancia: a través de la llanura o en el paisaje de montaña rugoso.


Lo recorrimos por dentro con la guía de audio, y nos dirigimos de nuevo al autocar camino de Múnich, y durante el camino paramos en un pueblecito muy acogedor para comprar souvenirs (como odio las excursiones organizadas...), pero lo que compramos fue un paraguas de la que nos cayó al llegar allí...

De vuelta al hotel fuimos a cenar y a dar una vuelta por la city, pero esta vez tiramos por otro camino. Llegamos a una calle bastante solitaria y con muchos letreros luminosos de colores, cuando nos dimos cuenta nos habíamos metido en la calle de las putas!!!!

Cagando leches nos fuimos de allí, a ver si nos iban a confundir…..






























Día anterior                                                                                                                   Día siguiente

2 comentarios:

hola!
queria preguntarte haber cómo lo hiciste para ir a todos los catillos! erans excursiones preparadas?
esque mi familia y yo queriamos ir a ver el castillo de Neuchwanstein pero no nos decidimos si entrar o no, y a mi me hace ilusion ir tambien al de los padre del rey loco!
bueno..espero respuesta!
en un semana estoy por Munich

Hola!!

Pues la contraté al lado mismo del hotel, pregunté en recepción para poder hacer excursiones y me mandaron un poco más abajo en la misma calle donde estaba, el hotel era el Amba. Te entraba la entrada a los dos castillos y el transporte, era una excursión de día entero que si estas en Munich no te puedes perder.

Saludos y buen viaje!!

Publicar un comentario