Por las calles de Hamburgo

Día 3

Como ya habíamos visto los principales puntos turísticos que marcaban los mapas, el día de hoy lo dedicamos ( bueno las poquitas horas que teníamos hasta coger el vuelo ), a subirnos en el metro y en los trenes y bajarnos allá donde a través del cristal viéramos interesante.

Lo primero ir a la estación y coger cualquier línia, en nuestro caso el de Mümmelmannsberg.

La ciudad estaba plagada de grafittis, pero no rayajos con los sprays, si no auténticas obras de arte.

Desde luego se curraban los dibujos un montón, para muestra esta montaña rusa por la nubes...

Y de nuevo las tiendas acorde con la calle en la que estaban.

Nos montamos de nuevo en el metro y unas cuantas paradas más se acabó la linia, en medio de la nada, porque no había nada, nos bajamos para cambiar de andén, y a lo lejos empezamos a oir música, música?? de donde viene la música si no hay nada?? Seguimos a nuestros oídos, y llegamos a una rave!!!! se estaban pegando el festival con un musicón tremendo, allí en medio de la nada!!! estuvimos un rato más y como el lugar era bastante ilegal y la gente que había estaba bastante tarada y drogada, nos volvimos a la estación, a ver si en nuestras últimas horas en Hamburgo íbamos a acabar con problemas...

De allí volvimos al hotel para recoger las bolsas y fuimos camino del aeropuerto.

La decoración del aeropuerto de Hamburgo destacaba por su descarada excentricidad, como se podía observar con este personaje en la bañera,

o este coche colgando del techo gracias a esos chicles.

Allí dejábamos aquella ciudad tan original, y con un buen recuerdo de lo que habíamos vivido en ese fin de semana.

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