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viernes, 11 de mayo de 2007

Tragos y playa en Punta Cana

Día 4

Hoy me levanté con la intención de volver a hacerme las trenzas, pero bien hechas.

Tras el desayuno, me salí fuera del hotel y paré un motoconcho que por 1$ me llevó a Plaza Bávaro, podía hacer el camino andando ya que no estaba demasiado lejos ( unos 20 min. ), pero preferí utilizar este medio de transporte típico del lugar.

Llegué pasadas las 9 de la mañana, para poder aprovechar el día, pero todavía no estaban las tiendas puestas, la mayoría estaban abriendo y las trenceras todavía no habían llegado.

Me dí un rulillo y entré en una de las pocas tiendas que habían abiertas, donde compré la mayoría de souvenirs que necesitaba. Los precios la verdad eran caros si lo comparábamos por ejemplo con Cuba, pero bueno ahora es cuando tenía que demostrar mi capacidad para el regateo.

Allí los regateaba con: "X dinero y te regalo el paquete de tabaco ", y ellos te decían: " X dinero y un beso ", " que caaaabrones!!! " bueno me ahorré algunos dólares dándoles besos, en la cara por supuesto.

Me pasé un rato en la tienda, y a todo esto las trenceras ya habían venido, me pedían 140$ por hacerme las trenzas, bueno aquí de nuevo me entreno regateando y al final consigo sacarlas por 30$, "bueeeeeeno, espero que me las hagais bien porque sino......"

Eran dos tías y yo ya les había explicado lo que me había pasado con la otra, y que no le había pagado así que ellas mismas.

Una ( la más mandona y con cara de mala leche ) empezó a trenzar por arriba, y la otra ( más buenecita y con cara más amigable ) empezó la parte de abajo. Cuando la borde acabó se fue, y la otra me dió el espejo para que mirara, no podía ser, me había hecho las trenzas super gordas y mal hechas, " noooooooooo, otra vez noooooo!!!!!", se lo digo a la otra y me dice que no hay problema, que me las quita y me las vuelve a hacer, que sabe que la otra no me las ha hecho bien y que no le gusta trabajar con ella, porque es muy mandona y no trabaja bien.

Y yo estaba ya con la cabeza dolorida y enrojecida de tanto meneo y tanto tirón, deseando que acabara.

A la tercera fue la vencida y al final mi cabeza lucía el aspecto que yo quería, le pagué y le di una propina por haberme hecho lo de arriba de nuevo. " Por fin!!!!! "

Ya se había hecho la hora de comer, así que paré un motoconcho de nuevo que me llevó de vuelta al hotel.

Al llegar había una guagua de lo más caribeña esperando en la recepción, supongo que sería de alguna excursión organizada o algo así.

Y después del atracón en el buffet nada mejor que una siesta en la playa debajo de la palapa.


Al despertar pasé el resto de la tarde en remojo con una piña colada cargadita de ron en el bar de la piscina, aquello era una gozada!!!




Los animadores como todas las tardes montaban bailes y juegos, y desde su caseta en la playa dirigían las actividades.

Esa tarde era la decoración con frutas, y participé en el concurso, teníamos que hacer una cara con las frutas que nos daban, una sandía, unos plátanos, unos pepinos, unas naranjas.... a mi me tocó hacerla con una alemana como compañera de equipo y entre que yo no sabía alemán y ella que no hablaba ni español, ni inglés, ni francés, como pudimos y con mucho sentido del humor conseguimos hacer una cara de lo más molona. Quedamos las segundas pero nos lo pasamos muuuy bien!

Por la noche en el hotel, pusieron puestecitos con cositas para comprar, e hicieron el espectáculo en el escenario de al lado del casino, así que pasé la noche entretenida.

Luego hicieron una fiesta en la playa, con hogueras y tal, y mi intención era ir, así que bajé hasta la playa pasándome antes por el bar de la piscina a coger algo fresquito, y allí me encontré al primer español que vi por aquellas tierras, era canario y estaba allí trabajando desde hacía un par de meses, empezamos a hablar y me resultó un tío muy simpático. Estuvimos compartiendo conversaciones y rones largo rato hasta que decidimos bajar a la fiesta de la playa, pero allí la verdad que fiesta había poca, así que me propuso llevarme a las discotecas de la zona, y a la primera que fuimos fue a Areito.

La discoteca estaba bastante bien, tenía dos salas una con regueeaton y sonidos caribeños, y la otra de housete, nos tomamos unas copillas y de allí nos fuimos al Montecristo.

Esta era más de dominicanos y turistas la verdad habían pocos, aquí sólo se escuchaban merengues, bachatas, salsas..... lo único malo las dominicanas, que creo que no nos tienen mucho aprecio a las españolas, porque me miraban desafiantes desde la pista y no dejaban que los tíos bailaran conmigo, pero bueno la discoteca estaba bien.

Con toda la yusca volvimos al hotel tras visitar algunas discotecas más, y entre los rones que llevaba, que era de noche y que todavía no me conocía el resort entero, esa noche me costó encontrar mi habitación y di más vueltas que un tonto hasta llegar.

















Otro día más en aquel paraíso que llegaba a su fin...




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