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lunes, 8 de junio de 2015

Lago Terradets, fin de semana de naturaleza y aventura.

Abril 2015

La idea de hacer parapente me rondaba en la cabeza desde hacia bastante tiempo, así que me cogí a una compañera de trabajo y le propuse una escapada de fin de semana de aventura en Lleida, compuesto por dos noches de alojamiento en el Hotel Terradets, un salto en parapente en Àger y una excursión por el Congosto de Mont Rebei.

A casi 200 km de Barcelona se encuentra esta maravillosa zona del Pallars Jussà, destacada principalmente por su naturaleza y su verdor, muy cerca del Parque Nacional de Aigüestortes.



El hotel que elegimos se encuentra sobre el lago que lleva su nombre, el Terradets, en el pueblo de Cellers.




















Un hotel muy correcto, en el que las vistas al lago y los desayunos eran lo mejor, compuestos de los mejores embutidos catalanes, cereales, huevos, salchichas...todo riquísimo!
Las cenas también eran ricas y abundantes, la primera noche era sábado y debido al casi lleno del hotel se servía la cena en buffet libre, la segunda noche al ser domingo y quedarse casi vacío nos sirvieron la carta y ahí degustamos platos como un salpicón de marisco de primero,


un cordero en salsa de ratafía con patatas fritas de segundo,


y unas brochetas de piña y kiwi con salsa de melocotón y fresa de postre.


En cuanto a instalaciones un poco justito, porque lo único que tenía era la piscina, y en cuanto caía el sol se hacía un silencio absoluto, pero como nuestra idea era relax total este era el sitio perfecto.


El único inconveniente del hotel por decir alguno es la ubicación, que puede ser un inconveniente o una ventaja según se vaya a hacer en la estancia, si se va para desconectar del ruido de la ciudad y para estar alejado de todo y descansar es ideal, si se quiere hacer algo por la zona es imprescindible el coche, puesto que no hay NADA cerca.

Se puede dar un paseo por el lago,en el que hay diversos carteles con información acerca de la fauna y flora del lugar, algunos cuanto menos curiosos.


Al llegar el primer día nos estudiamos el mapa a fondo con un Bloody Mary en la mano y las vistas del lago de fondo... qué paz, qué tranquilidad.


La piscina del hotel todavía no estaba en marcha, pero poco le faltaba porque ya empezaba a hacer caloreta de la buena por Cataluña y más por estas zonas del interior.



Para el día siguiente habíamos pensado hacer la ruta del  Congost de Mont Rebei, imprescindible si se está por la zona.

Y para el último día dejamos el parapente en Àger, ya que este lo teníamos de camino de vuelta a Barcelona, y dejamos el plato fuerte para el último momento.

1 comentarios:

Me gusta lola!

Maite :-)

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