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jueves, 16 de marzo de 2017

Venecia, la ciudad de los canales

Septiembre 2013

Después de trabajar sin parar en dos sitios desde 2012, por fin iba a tener días libres, así que aprovechando que tenía unos amigos en Italia, allí que me fui a visitarlos.

En esta segunda visita a Italia, iba a conocer Venecia, Brescia y Verona, mucho más no podría ver teniendo en cuenta que solo iba a estar tres días, pero desde luego que los iba a aprovechar a tope!!!

La ruta era la siguiente:

Día 1: Llegada a Milán - Venecia - Verona

Para volar escogí la maravillosa Ryanair, compañía que he utilizado en muchos de mis viajes por sus precios irrisorios, ( pero que después de estar trabajando con ellos y saber lo poco profesionales que son creo que nunca más volveré a utilizar ).


Tras poco menos de dos horas de vuelo desde Barcelona, llegué al aeropuerto de Bergamo.
Allí me estaba esperando mi amigo con su coche para llevarme a Venecia, la primera parada del viaje, a otro par de horas de camino.



Aparcamos en Mestre, y de allí nos fuimos directamente a coger el "vaporetto" que nos llevaría a la Piazza San Marco.

Los tickets se compran fuera por unos 4 euros.


Me habían advertido del mal olor de la ciudad, pero una vez en el corazón de Venecia yo sinceramente no olí a cloaca como decían, y eso que el calor apretaba...
Empezamos a pasear por sus famosos canales,


y a visitar las miles de tiendas de máscaras y disfraces que hay por la ciudad.



Venecia está construida sobre un archipiélago de 118 pequeñas islas unidas entre sí por 455 puentes.

Uno de los más famosos es el Puente de Rialto, el más antiguo de los cuatro que cruzan el gran canal.

Antiguamente, sobre el año 1180, la primera construcción que cruzó el gran canal fue un puente flotante llamado Ponte della Moneta. 
En 1250 debido a la gran importancia del Mercado de Rialto, ubicado en una de las orillas del canal, y al aumento de tráfico fluvial este puente fue sustituido por uno de madera.





En 1310 el puente fue parcialmente quemado debido a las revueltas, y en 1444 se derrumbó por el peso de la multitud que se congregó para ver un desfile náutico.

En 1524 lo reconstruyeron pero se volvió a derrumbar, así que se empezaron a plantear construirlo en piedra, idea que hicieron factible en el año 1588.

En el siglo XV se construyeron más tiendas cercanas al puente las cuales ayudaban con sus impuestos al mantenimiento del mismo.

Desde este puente se obtienen unas vistas impresionantes del gran canal.



Una de las cosas que se pueden hacer en Venecia, la más típica podríamos decir, es dar un paseo en góndola ( bajo mi punto de vista una TURISTADA, pero para gustos colores... ).


Eso sí, hay que rascarse bien el bolsillo para pagar los 100 euros que te piden los "gondolieris".

A mi no es algo que me hiciera mucha gracia, y más viendo la decoración de estas góndolas que más que dar un paseo romántico parece que te estén llevando al cementerio con tanta rosa y tanto tapiz rojo...


Bajo mi punto de vista mejor recorrerse la ciudad andando, e ir parándose en las bonitas trattorias que hay con vistas directas a los canales.


La Plaza San Marcos es la plaza más famosa de Venecia, se inició en el siglo IX como un área pequeña frente a la Basílica de San Marcos original. 


Fue extendida a su forma y tamaño actual en 1177, cuando el río Batario, que la limitaba por el oeste, y un puerto que tenía aislado el Palacio Ducal de la plaza, se inundaron.


La plaza ha sido siempre el centro de Venecia, fue el foco de muchos festivales y es un lugar sumamente popular en Italia incluso hoy en día.




Esta plaza es el lugar más bajo de Venecia y cuando el agua sube por tormentas desde el mar Adriático o por exceso de lluvia es lo primero en inundarse. El agua corre por los drenajes directamente al Gran Canal, lo que es ideal cuando llueve, pero cuando sube la marea tiene el efecto inverso, el agua del canal sube por los drenajes hacia la plaza.




Si se tiene tiempo y ganas se puede visitar la isla de Murano, famosa por su cristal y a aproximadamente 1 km de Venecia.



Alberga 6.000 habitantes aproximadamente. Está compuesta por siete islas más pequeñas divididas por canales y ríos, pero comunicadas entre sí mediante puentes. 
Se la conoce en todo el mundo por la citada producción de vidrio artístico artesanal (soplado). Gracias a la artesanía de la isla, ésta goza de un gran flujo turístico.


Otro de los puentes más famosos de Venecia es el Puente de los Suspiros, que une el Palacio Ducal con la antigua Prisión de la inquisición.

Es una construcción barroca del siglo XVII que da acceso a los calabozos del palacio. Debe su nombre a los suspiros de los prisioneros que, desde aquí, veían por última vez el cielo y el mar.

Nada tiene que ver con la acepción romántica que algunos autores han utilizado como recurso poético.
Para acceder al puente hay que seguir el Itinerario Secreto desde el interior del Palacio Ducal de Venecia.


Según la tradición, en Venecia se puede dejar un candado atado en cualquier puente con las iniciales de los enamorados para que ese amor dure para siempre.




Una costumbre que no acaba de agradar mucho a los venecianos, y que según explicó el comisario extraordinario del Ayuntamiento de Venecia, el señor Zappalorto "Los llamados candados del amor son sólo una señal de poco civismo y de desprecio por los monumentos históricos de nuestra ciudad que se ven amenazados por un amasijo de hierros antiestéticos que además es dañino por el oxido que producen y que corroe el monumento".



Apuramos las horas que nos quedaban en Venecia, y que mejor para finalizar la jornada que un buen paseo en barca por los canales.


Tras habernos recorrido prácticamente la ciudad entera el siguiente punto de interés era Verona, lugar en el que había reservado el hotel para la primera noche, el Ibis Verona.


Tras un breve descanso y una duchita en el hotel nos fuimos de fiesta a Brescia, donde me esperaban más amigos italianos.

A la hora de la cena en Italia les gusta quedar un poco antes para tomar unos "Spritzs" (mezcla de vino espumoso con Apperol), e ir calentando el ambiente.
Tras unos cuantos de estos cócteles y una riquísima pasta al dente con frutti di mare nos fuimos a la discoteca.

Lo que más me llamó la atención fue el espectáculo de travestis que daba inicio a la noche. Hicieron cuatro chorradas en el escenario y luego se iban paseando por toda la discoteca para hacerse fotos con la gente. No sé si era alguna noche especial o que, pero desde luego para fiestas me quedo con las de mi Barcelona sin duda!!












                                                                                                                                           

                                                                                                                                             Día siguiente

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